Después de más de un año del inicio de la pandemia, el mundo ve ahora el futuro con otro enfoque, pues es evidente que vivimos en una época en la que todo está siendo modificado por la tecnología debido a su desenfrenado avance que busca siempre facilitarnos y aumentar el impacto de nuestro paso en el mundo, sin embargo la adaptación más que nada por parte de ciertas generaciones ha significado un retraso desde inicios de siglo; pues parece que la tecnología resulta amenazante para quienes están acostumbrado a lo tradicional, pero la historia le ha dado la razón al cambio y a la tecnología no como reemplazo del ser humano sino como herramienta para potenciar sus capacidades y enfrentar los acontecimientos más retadores.
Un ejemplo es el teletrabajo, necesario e incluso obligatorio durante esta crisis sanitaria y su funcionamiento reside principalmente en la tecnología, el aprovechamiento de desarrollos ya existentes y nuevos desarrollos a partir de las necesidades y oportunidades emergentes que trae consigo virtualidad, lo que nos obliga a adaptarnos para no caer en la obsolescencia como muchas empresas ya lo están haciendo.
Ahora no hay prórroga ni plazos de espera para esa ‘transformación digital’, para algunos tan solo hace un año se limitaba únicamente al marketing online, para otros a la ‘cultura de empresa’, muchos hablaban de ‘el poder del dato’, pero casi nadie, completaba el verdadero rompecabezas que realmente es.
La tecnología no es opcional, el cómo la utilizamos sí. Luego de la experiencia que significó para todos quedarnos en casa, muchos debimos reestructurar ciertos aspectos de nuestra vida cotidiana, las empresas tuvieron que enfocar sus estrategias de negocios a unas que incluyan en su propuesta tecnologías que les permitan adaptarse mejor al futuro y satisfacer necesidades con soluciones reales. La telemedicina, el teletrabajo, la educación a distancia y el comercio online han sido las principales tendencias que han emergido por lo anterior mencionado.
Ahora bien, muchas empresas sin importar el sector en el que se encuentren se adaptaron y han logrado sobrevivir a la crisis, pero ¿qué pasará con aquellas empresas que no adopten nuevas soluciones?, un artículo reciente en “The Economist” nos dice que “las compañías que no inviertan al menos un 10% en nuevas tecnologías desaparecerán”, esto sucede debido a que estamos en un mercado cada vez más competitivo, donde las nuevas empresas tecnológicas, pueden desbancar a las tradicionales que no se transforman digitalmente gracias a la capacidad productiva que pueden alcanzar al automatizar procesos y disminuir tiempos por mencionar algunas de sus capacidades.
Preparar a una empresa para este momento en tan corto plazo requiere entender su situación actual y buscar respuestas en la tecnología, pero para esto debemos saber qué preguntas hacernos.
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